miércoles, 13 de julio de 2011

Cascar áspero canto, de Bárbara Oaxaca

Cascar áspero canto, de Bárbara Oaxaca.
Ciudad de México, 2011. No. 16. de la colección. 
Imágenes de Luna Xatli Forero Núñez.
1000 ejemplares.


La poesía de Bárbara Oaxaca surge de un proceso de reflexión y reposo, de los cuales toma el cuerpo y su perfume, para dar vida a versos de corte social, que sin caer en manifiesto o panfleto, construyen una estética en torno a la sensualidad del obrero, el trabajador; el empleado. Esto se refleja con más detalle en una Madrugada en el taller o en Medio turno, poemas que reivindican el trabajo, no como un ideal de vida (ni como una forma de confrontar nuestro derecho a la pereza), sí como la dedicación y dignidad de un oficio, que no tiene nada que ver con la carrera vertiginosa hacia un ideal que culmina en un castillo con su trono de terciopelo. He aquí una poeta que sabe crear belleza y sabe hacer del hombre, un muso, pues su “trabajo es pescar encantamientos / cascar ásperos cantos” y  “conciliar en uno / los lenguajes del papel y de la máquina”.

                                                            Adriana Tafoya