martes, 21 de abril de 2015

Un libro para estrujar el plumaje del día

El corazón de Helios, de Silvia Zambrano
Imágenes de Rilke Guillén. Mil ejemplares. 
Ciudad de México, 2015. 
No hay una sola Historia que descanse en la memoria de la humanidad. Todos los ojos alguna vez observaron  un sol y su dorada forma, resplandeciente y suprema presencia masculina encarnada por tantos héroes, de tantos nombres y en todas latitudes; pero también —nos demuestra Silvia Zambrano— que el Sol, llamado Helios puede ser trasfigurado, y bordeando la derrota, mostrar el lado vulnerable, el lado humano. Este volumen nos deja clara la visión crítica y panorámica que la poeta hace de la tradición literaria, para que, finalmente y detrás de este escenario amplísimo, se plantee una posibilidad para el derrumbe, o el poder reconciliar el cielo con la tierra. Del verso blanco y del coqueteo con el haikú, Zambrano nos convida a desgajar este libro con los dedos, y con la vista adentrarnos hasta encontrar en el cascarón vacío de la naranja un corazón que late desesperadamente al ritmo de nuestra memoria, y desde los ojos de estos héroes que llevan mil nombres, ver la otra parte de la moneda, es decir, “mirar las cosas por fuera del espejo”.
       
  Estephani Granda Lamadrid

martes, 18 de marzo de 2014

Un poema de largo aliento para dormir tranquilo

Lo mortal, de Jorge Pérez Escamilla. 
Imágenes de Jorge Santana. Mil ejemplares. 
Ciudad de México, 2013. 

Aquí lo mortal aparece como una secuencia de cuestionamientos que bajan la escalera ontológica para acceder a lo profundo de un corazón humano. Un corazón semántico y sometido a la teratología del lenguaje, en donde Pérez Escamilla traza con navajas, sobre un árbol, la historia de un mundo que va desangrándose en los frutos que caen y luego se pudren en la hoja, o en el pentagrama de la vida. “Este poema trata de eso, de su escritura. / del tiempo que tarda en ser escrito, / de su tiempo en mi vida. /  de su forma”.  Poema de largo aliento, y contrario a una muerte sin fin quema la nota suicida del que decide vivir para develar ese tronco escritural de la existencia, y lucha por desprenderse de un ensimismamiento contemporáneo y ajeno. Es una columna de ideas tratando de romper la tensión de los hados ficticios que hace tiempo devoraron al cielo y su lluvia, para volverse nubes de granito. “Porque hablar de poesía es invocarla en memoria /de todos mis hermanos muertos, /de las ruinas que conforman cualquier biografía”, afirma el poeta. El arte de cincelar la realidad tangible de lo escencial contrariamente a lo divino que aplasta a los desesperados por trascender su estado temporal, es un arte que apuesta por el diálogo; la mayeútica óntica, y sobre todo el auto-entendimiento crítico, en el cual es posible la construcción de un ser intelectual planteado a partir de emociones nuevas. 
       
  Andrés Cisneros de la Cruz

Ópera prima para escuchar poesía en la oscuridad

Ex tenebra, de José Rivera Guadarrama. 
Imágenes de Víctor Argüelles. 
Ciudad de México, 2014. Mil ejemplares. 

Si Ex Tenebra de Rivera Guadarrama fuera un paisaje, sería el de una ciudad en ruinas y humeante, donde antes hubo risas y sueños, pero ahora sus templos, monumentos y edificios están rotos, quebrados por la irrupción inmisericorde de la realidad. La maleza ha resurgido de entre los escombros, devolviéndole la vida a esas piedras cimbradas por el dolor; el dolor de la inocencia perdida, que habitará su ser como una música de fondo que no termina nunca. (Pájaro con el cuello roto dentro de un jarrón de porcelana). Esas ruinas ofrecen ahora pequeños nichos de verdad, atmósferas sencillas donde la luz se hermana con el agua para revelar el espíritu. La luz mortecina de la primera parte testimonia una vivencia solitaria, noctámbula, salpicada por la frivolidad evanescente del cabaret, el bar, el club nocturno, la compra-venta sexual que se agota en el vacío. El tono de desesperanza y sinsentido es resultado natural de la ecuación. El espíritu poético se regodea ante la nostalgia de la posibilidad. Diríase que, en un chispazo de ilusión, construye una poética de la melancolía, ese delicioso placer de estar triste. Sin embargo, en este tránsito a la luz que nace en la tiniebla la voluntad de ser apuesta a la vida, reafirma su pulsión erótica, como lo hace en Elijo ser I y II. Es en el poema Mosca, quizás, donde construye el símbolo que mejor representa su angustia terminal, punto final de una prematura autobiografía. O acaso, sea en Agua, donde se reconcilie con la naturaleza de su condición, y asuma que no le queda más que ser lo que se es. Desde el constructo de ese yo, se inserta en la estirpe suicida de quien se abisma en su pasión, como el arponero Achab, imagen que explora en De marineros, y hace de una línea en Mortis, un epitafio de sabiduría que ha habrá de honrar en vida: “quiero ser mirra en un rostro de jade”.



José Manuel Ruiz Regil

lunes, 11 de noviembre de 2013

Poesía guerrerense en la trinchera

Casa de páginas abiertas, de Ángel Carlos Sánchez.
Imagen de portada, Omar Soto Martínez. 
Ciudad de México, 2013. Mil ejemplares. 


Cuando leas este libro de Ángel Carlos Sánchez te darás cuenta que de la misma forma que un dios desconocido o un niño da vida a mundos, Ángel Carlos Sánchez construye una casa. Las palabras, que son acercamientos o sombras de las cosas o personas que nombran, constituyen la materia prima con la que el poeta erige un sitio al que casi le llama hogar. Lo que evoca e invoca el poeta es interminable –como la Casa de Asterión–, porque los objetos que habitan la edificación están en permanente fuga: son lo que fueron pero también están siendo o podrían ser otra cosa. Si guardas silencio y pones atención, también descubrirás que la casa que crea el poeta suena, es decir, está viva a pesar de que haya sido un recuerdo. Y suena porque el poeta ha empleado en las líneas los ladrillos versos de arte mayor preferentemente. Hallazgo tras hallazgo, Ángel Carlos va narrando historias, al modo de los contadores de anécdotas de los pueblos perdidos, para que no se olvide la palabra, para que no se olvide el canto, la historia, la poesía, el poeta.


Máximo Cerdio

sábado, 19 de octubre de 2013

Libro ganador del I Premio Latinoamericano de Poesía Transgresora

Revelaciones de un cuidador de inicios, 
de Tomás Browne Cruz, primera edición, 
Ciudad de México, 2013. Imagen de portada: 
Valeria Caballero. Mil ejemplares. 

¿Qué se puede transgredir cuando rotos tantos límites y acuerdos sociales los “transgresores” se han sumado a los cánones y leyes establecidas convirtiéndose en los conservadores del hoy? Lo que llaman tolerancia se ha convertido en moneda de cambio de todos los días, supliendo los valores humanos por los intereses. En la poesía sucede lo mismo, se hace hincapié en la forma, para volver el ojo pequeño ante el contenido, que muchas veces guarda o pone bajo el amparo de la “poesía” ideas retrógradas que se siguen imponiendo una y otra vez por conducto de millones de poemarios, al imaginario del lector. Por eso el buscador de inicios nos dice: “La palabra hizo el tema y no el tema a la palabra” “La humanidad se llamaba historia / y era más redonda que la cara de Dios” “Porque el hombre busca los tesoros en la facilidad, en los engaños” “Sólo por usura / que transforma la tierra de nadie / en la tierra de algunos” “Por eso haberle cerrado los labios fue callar con ella para siempre” “La muerte es un león que hunde sus garras en la cabeza / devorándose los sesos, masticando las entrañas, / para irse pagado a descansar a su lecho con nuestro nombre” “Por eso quiero decir adiós a todos los pueblos / alzar pañuelos a un sol ya sin luz / para que de esta despedida vuelva a nacer / una nueva armonía que es vivir con el corazón / que es el corazón del mundo que es / Nosotros”. Esto propone Browne Cruz en una época donde cuestionar es transgredir y evidenciar las trampas de la literatura, engaños de escritores, que en realidad solo son escribas; contrafactas para beneficios oligárquicos. 


Adriana Tafoya

sábado, 20 de octubre de 2012

Nuevo título: "Nada se pierde", de Eva Castañeda

Nada se pierde, primera edición, 2012. 
1000 ejemplares. Portada de Jorge Santana. 



Nada se pierde es una herida sutil, la amenaza de lo mínimo, el dolor inevitable de estar vivos. Se escribe desde o a partir de un mundo resquebrajado, pequeñeces, ciudad seca (aunque llueve), habitada por arañas, moscas, cucarachas y seres comunes: migajas que ignoran o son ignoradas por desconocimiento, distracción, cotidiano; gobierno de lo que se niega. ¿Cómo permanecer aquí? El lente es el de un microcosmos. Un yo lo reconstruye en las palabras (potentes etiquetitas finalmente), y certifica lo que se ha ignorado hasta entonces; así se erige, así se ama. La música suena en lugar del lenguaje que también se ha quebrado: “te invito un café, pero no me cuentes tu vida” insiste Eva Castañeda. Que suene otra cosa: las hormigas o el tren.

Ana Franco

lunes, 14 de noviembre de 2011

Neurálgica (No. 18)


Neurálgica, de Daniel Carpinteyro. 
Primera Edición, México 2011. 1000 ejemplares. 
Ilustraciones: Roberto Rosique.

Cinco cuadernos dentro del libro "Neurálgica": Germinales, Cuerpo Límite, Dislocadores, Desastres Naturales, y Malogrado, que en sí mismos, son una metáfora de las edades del hombre, asimismo componen un viaje al estilo de Dante Alighieri por ciertos infiernos de la modernidad como la enfermedad, el crimen, el sádico espectáculo de la felicidad cuando se mira desde el otro extremo. Daniel Carpinteyro, nos presenta el mejor destilado de sesos y una sensibilidad panóptica que vigila sin consideraciones morales, poemas que desenmascaran la hipocresía, y deja a ras de médula, lo que realmente somos bajo nuestras máscaras.


Jorge Contreras

Instrucciones para buscar en la niebla (Número 17)

Instrucciones para buscar en la niebla, de Mónica Suárez. 
No. 17 de la Colección. 1000 ejemplares. Imagenes: Francisco Quintanar. 
Primera Edición, México 2011. 

Pocas veces ha sido suficiente el llanto para comunicar lo que la pérdida de lo que amamos nos provoca en las estructuras más internas del ser, ese estado casi irreal de abandono en el que nos sentimos inmersos cuando algo tan real como la muerte pasa rozándonos la existencia. Aunque ya se ha intentado tanto esa expresión que ha tendido a volverse un lugar común. Es por eso que únicamente nos tocan las palabras que intentan hablarnos del dolor y de la pérdida cuando nacen de una percepción auténticamente provocada por el estado de introspección más profundo. Ese en el que nos hallamos “atrapados en un círculo negro” casi comparable a la ausencia de todo deseo. Este libro, Instrucciones para buscar en la niebla, de Mónica Suárez, nos muestra esa serie de impresiones que únicamente los sentidos más afinados por el continuo ejercicio de las emociones pueden percibir. A través de los laberintos que sus versos van extendiendo vamos recordando el sentido paradójicamente revelador que únicamente las sombras poseen, pues “en medio de la luz, la luz es ciega”.
                                                                                          Ángel Carlos Sánchez  


miércoles, 13 de julio de 2011

Cascar áspero canto, de Bárbara Oaxaca

Cascar áspero canto, de Bárbara Oaxaca.
Ciudad de México, 2011. No. 16. de la colección. 
Imágenes de Luna Xatli Forero Núñez.
1000 ejemplares.


La poesía de Bárbara Oaxaca surge de un proceso de reflexión y reposo, de los cuales toma el cuerpo y su perfume, para dar vida a versos de corte social, que sin caer en manifiesto o panfleto, construyen una estética en torno a la sensualidad del obrero, el trabajador; el empleado. Esto se refleja con más detalle en una Madrugada en el taller o en Medio turno, poemas que reivindican el trabajo, no como un ideal de vida (ni como una forma de confrontar nuestro derecho a la pereza), sí como la dedicación y dignidad de un oficio, que no tiene nada que ver con la carrera vertiginosa hacia un ideal que culmina en un castillo con su trono de terciopelo. He aquí una poeta que sabe crear belleza y sabe hacer del hombre, un muso, pues su “trabajo es pescar encantamientos / cascar ásperos cantos” y  “conciliar en uno / los lenguajes del papel y de la máquina”.

                                                            Adriana Tafoya

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La otra mujer zurda (No. 15)


La otra mujer zurda
No. 15. Ciudad de México, 2010
1000 ejemplares
Imágenes: Eko



Rocío García Rey nos ofrece en “La otra mujer zurda”  por medio de conjuros a la ciudad, a la nostalgia  y a la lluvia certeras iluminaciones que conllevan al dolor y a ese preguntarnos  en qué momento nos hemos perdido o en qué momento alguien o algo nos mandó al exilio y aunque habitamos esta urbe con trenes, con asfalto, con ausencias, con nombres, permanecemos como Hansel y Gretel  extraviados y solos. Nos encontramos entonces con un inventario de ánimos en los que si bien existe la reiteración temática (ciudad,  soledad, mar, bosque) sobresale también la liberación del imaginario que sin duda nos transporta al discurso metafórico que funciona como preludio para entrar después a una serie de relatos que nos dan mayor certeza sobre la propuesta poética y prosística de la autora. Este libro está formado en dos partes, la primera de 25 poemas y la segunda constituida por 6 relatos o cuentos cortos que nos remiten de inmediato al título que confirma a plenitud que “en cualquier calle sin ventanas hay una ciudad y hay una mujer que no se atreven a repasar su historia”.

Hortensia Carrasco

jueves, 25 de noviembre de 2010

Días como esas tortugas que van al mar (núm. 14)


Días como esas tortugas que van al mar, por Ulber Sánchez Ascencio
1000 ejemplares. Coedición con La Tarántula Dormida, noviembre 2010 
Ilustraciones de Omar Soto 
Prólogo de Jesús Bartolo Bello


Tristura del prólogo

Ulber Sánchez Ascencio es poeta de mar, pero no del trópico dorado que tanto gusta a los pájaros en sus alrededores. Él alcanza a ver que la distancia es gris: y como buen hacedor de imágenes nos describe lo invisible como un horizonte roto en miles de peces muertos. Nos comparte el agua que, dentro de la medusa negra del que piensa, se revuelve para destejer una memoria embrutecida en la capilla de los ebrios. Los versos se entrelazan en una barca, en su trazo triste —arábigo— en la redondez del aire. Son tristuras las palabras, cajas de música para guardar los días, que reproducen el bramido del oleaje idéntico a huecos caracoles. Ulber entra en el mar como en un calendario infinito, indiferente al faro, y deja atrás el puerto, la ciudad fría y artificial de los hombres, a Zaira, igual que deja los recuerdos sumidos en una botella; porque es poeta de mar profundo, de arraigada soledad, que prefiere la hostilidad del tiempo, al cerco de los días; busca el exilio porque en sus versos nos hace saber que los pájaros en sus mesitas de refugio, vuelan, cuando oyen que el mar deja sus colmillos inconados en el puerto.

           Andrés Cisneros de la Cruz

miércoles, 27 de enero de 2010

Nuevo Título (No. 13) de las Cenizas del Quemado

Jauría
de Javier Gaytán




Desparacitación del prólogo


La poesía de Javier Gaytán surge del movimiento general indiscriminado de la vida fuera de todo precepto o norma impuestos al cuerpo, al instinto o al deseo. Su abstracción viene de las claves de la sangre fresca o seca, del viento, las sensaciones sexuales confundidas con ternuras avispas e imágenes renovadas de otro amor. Entre sus palabras se arremolinan todas las versiones de lo humano: el niño es estatua, el hombre una mujer, la mujer la vagina del misterio, la Atenea giganta que no denosta al escroto y bebe estirpes hormonales; ahí, las membranas son lentes del infinito y le permiten sagradas ósmosis. Versos libérrimos y formas clásicas de la poesía se suceden encarándonos al lodo, a la estrella que nos representa, a la rata explotada bajo la llanta, a las chispas en oleaje del orgasmo.

Sembrada de neopalabras violentas, fisuras y finuras sensuales y majestuosa aceptación cloacal, la escritura de Javier enfurece, duele, arde como limón y sal en un raspón, se clava, porque enfrenta nuestra hipocresía, vuelve aurática la inocencia y nos enamora del abismo.


Elia Espinosa



1000 ejemplares. Primera Edición, 2010.
Ilustraciones de portada e interiores, Kenta Torii. Prólogo de Carlos Illescas.

miércoles, 24 de junio de 2009

La alforja de los desprendimientos (No. 12, AGOTADO)


La alforja de los desprendimientos, de Álvaro Chanona Iza.
1000 ejemplares. Coedición con ICY. 2009.
Ilustraciones de Felipe Gaytán.

Desprendimiento del prólogo

Internarse en La alforja de los desprendimientos es encontrarse con una voz poética original, auténtica, cargada de sabiduría y de sentido armónico. Este libro convulsivo, turbador, tiene la virtud de no dejar indemne al lector: lo toma por sorpresa y mueve sus sensaciones, sus sentimientos, su pensar. A lo largo de las cuatro secciones en que está dividido, ofrece en sus poemas juegos rítmicos de la más alta calidad, conjugados con imágenes ricas, saturadas, telúricas una veces, brutales otras. Álvaro Chanona posee la virtud de utilizar en estas imágenes todo su oficio de poeta logrando sinestesias inesperadas, avances asombrosos de los objetos al acercarse y formar estas imágenes poderosas y elocuentes. Es, pues, un libro que no permite al lector recostarse y descansar. Es un libro que lo interpela, lo enfrenta, lo obliga a mirarse en el espejo del poeta, pero también lo seduce con el dominio que ejerce de su oficio. Como todos los grandes poetas.


Roxana Elvridge-Thomas

miércoles, 1 de abril de 2009

AGOTADO (11)

Quien se asome a este libro buscando la paz, en su sentido más primigenio, que doble la página. He aquí uno de esos conjuntos de versos que van con todo a favor de la erosión, la subversión del pacato orden establecido. Ian Soriano declara la guerra contra el Sí y el No y de este modo nos sitúa en un punto intermedio: ¿el Sur es el Sur, el Norte el Norte?; bienvenida la poesía que nos hace repensarnos. “La cara del sufrimiento es la más hermosa que existe, la más desnuda”, quizás esta sentencia sea la principal divisa que guía al poeta al entregarnos un libro donde, más que la sapiencia, prima la sabiduría. Y viene la pregunta, cuya respuesta dejo al viento: ¿cómo será posible alcanzar tal sabiduría a tan temprana edad? Igual: ¿cómo será posible semejante precocidad en lo que se refiere a la asunción del hecho poético? Poema en prosa y verso libre, en ambas vertientes Soriano alcanza algo que podríamos llamar la afinación del grito, en cuanto a forma; la dispersión resumida en el haz o el haz fraguado en la dispersión, en cuanto a temas. En fin, este poemario nos levanta del asiento, nos deja en vilo, nos da esa bofetada que tanto se agradece.
Felix Luis Viera
Ilustraciones de Edgar Cano.
1000 ejemplares, 2009.



viernes, 25 de julio de 2008

Los nueve títulos


1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Luis Alanís.






1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Luis Alanís.





1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Eduardo de la Cruz.







1000 ejemplares. (Agotado). Ilustraciones: Omar Soto.

martes, 22 de julio de 2008

De Colección







1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Francisco Rafael (Francraneo)




1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Apolo.




1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: César Romero.




1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones: Orlando Díaz.




1000 ejemplares. (Agotado)
Ilustraciones de Felipe Gaytán.